Mucho se ha hecho en el campo de la recreación en México, Latinoamérica y el Caribe, pero paradójicamente, poco se ha investigado y difundido formalmente al respecto, principalmente en nuestro país. Es palpable en los planos gubernamental, social y privado encontrar en el discurso oral y escrito alusiones a la recreación; se sabe de profesionales que se dedican a ella; se conocen planes, programas y proyectos que se desarrollan; se deduce a partir de innumerables testimonios la existencia de un mercado muy vasto de ofertas y demandas de servicios recreativos; hay informes de la existencia de carreras técnicas, diplomados, licenciaturas y maestrías al respecto; nosotros mismos llevamos a cabo diversas actividades recreativas al término de la jornada laboral o escolar, los fines de semana y durante las vacaciones anuales. Sin embargo, no es muy frecuente encontrar en el medio académico y de la investigación científica, escritos que expliquen, interpreten y fundamenten la estructura teórica de la recreación; lo más abundante es la documentación de escritos, libros, revistas, proyectos, entre otros similares, de las modalidades prácticas de la recreación.
 
Ante este panorama, el problema central que motivó la realización de esta investigación, fue la necesidad de hacer aportes en la estructuración del cuerpo teórico de la recreación, a partir de experiencias mexicanas y con el apoyo de fuentes de prominentes autores extranjeros, que se tuvieron al alcance.
 
Sin embargo, emprender una empresa de teorización sobre un campo muy conocido por su manifestación empírica, fue una tarea ardua, que consumió varios años de recolección de datos, de análisis y reflexión crítica y de sistematización de un cuerpo de conocimientos que con frecuencia rebasaba la capacidad del investigador. Sumado a lo cual estuvo la organización personal del tiempo para dedicarlo a la indagación, pues el trabajo que aquí se presenta es una iniciativa independiente; es decir, que no fue apoyada por ninguna institución.